No te equivoques con los incentivos

Dan Ariely, el prestigioso profesor de Behavioral Economics de la Universidad de Duke, realizó un estudio en la fábrica de Intel en Israel.  A un grupo de trabajadores, el primer día de la semana se les decía que recibirían un bono de US$30, un vale por una pizza o un mensaje alentador del jefe, si lograban cumplir los objetivos. Por su parte, un grupo de control no recibió nada.

El primer día todos los incentivos provocaron un aumento en la productividad en relación al grupo de control, pero el último día de la semana, los que recibieron el bono monetario, presentaron una leve caída de la productividad en comparación al grupo de control, mientras que los que recibieron las felicitaciones del jefe mantuvieron durante la semana una productividad decreciente, pero siempre por sobre el grupo de control y levemente sobre los que recibieron la pizza.

Existe la creencia de que no hay mejor incentivo que el económico y eso no es cierto, al menos no desde la perspectiva del desempeño. Hay mejores maneras de mantener a los colaboradores motivados y más productivos y son menos costosas e incluso gratis. Esto es aun más válido en cargos de nivel ejecutivo.

¿Qué mecanismos de incentivos tienes en tu organización? ¿Está dando resultados? ¿Qué haces en cuanto a generar incentivos intrínsecos?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *